miércoles, 18 de octubre de 2017

LAS CRÊPES


 

    
LAS CRÊPES INDICADOS TANTO PARA DULCE COMO SALADO


Como es bien sabido, las crêpes no son sólo un postre, sino un entremés salado que procede principalmente de la Bretaña francesa. La palabra crepé, que nosotros usamos en francés, viene del latín críspus, crespo, ondulado, y no pasa de ser una masa de harina frita a la sartén. Es una palabra del siglo XIII, pero nuestros clásicos la hubieran llamado «fruto de sartén».

Como postre, las crêpes admiten infinidad de variantes, pero la gran cocina internacional ha adoptado las crépes Suzette como la más equilibrada perfección en la elaboración de este postre. El origen es muy complejo. Las crêpes Suzette han sido reivindicadas por varios cocineros. Parece ser que, hacia 1890, se estrenó en un teatro del bulevar de París una obra titulada «Le voyage de Suzette», que obtuvo un gran éxito. Esta obra dio origen a dos platos: los «huevos Suzette» y estas «crêpes Suzette». Según la mayor parte de eruditos sobre estos detalles, se inventaron y popularizaron en el restaurante Marie de París, que estaba situado en el ángulo de los bulevares de Strasbourg y Saint‑Denis.

Todo parece claro, mas siempre hay un «pero». El cocinero francés Henri Charpentier, que falleció en California en 1931, afirmaba que un día elaboraron las crépes para el príncipe de Gales, el alcohol se inflamó y el postre gustó al futuro Eduardo VIl, y Charpentier quiso dedicarlo al ilustre cliente. Pero el príncipe prefirió que pusiera el nombre de su compañera del momento, y así esta Suzette desconocida entró en la historia de la gastronomía.


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