MANEJO Y ESTIRADO CON RODILLO
Existen diferentes tipos de rodillos según
el material con el que estén fabricados (madera, aluminio o plástico), teniendo
cada uno de ellos un empleo determinado: el de madera para estirar a mano y el
de aluminio o plástico para operar en las laminadoras.
La madera de los rodillos será dura y
pesada, principalmente de madera de haya o encina.
Los
rodillos de aluminio y plástico se usan en las máquinas laminadoras, ya que en
éstas no se necesita ejercer ninguna o muy poca presión sobre las masas.
Son
de forma cilíndrica y pueden tener empuñaduras en los extremos, como los que se
usan en España, o no tenerlas, como
los que se usan en Francia. Los hay lisos o con estrías, o punteados.
Se
utiliza de la siguiente forma: una vez espolvoreada la mesa con harina, se
colocará la masa o pasta a estirar o laminar sobre la harina, se tomará el
rodillo por las empuñaduras en posición horizontal, golpeando o presionando al
tiempo que hacemos rodar el rodillo hacia delante y atrás con un movimiento de
vaivén.
Es preferible dar alguna pasada más a
presionar demasiado desde un principio, pues eso puede romper o deteriorar la
masa. Cuando el plastón o la masa son gruesa, conviene golpear suavemente hasta
conseguir un grosor que permita trabajar con comodidad.
El
trabajo de presión de las manos ha de ser equilibrado (con la misma fuerza con
ambas manos). De esta forma, se
obtendrá un laminado perfecto.
Además
de estos usos el rodillo tiene otros de tipo secundario, como son el triturado
o refinado de frutos secos y pralinés, la realización de decoraciones, pastas
teja, etc.
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