Distintos tipos de aceites
Aceites vegetales comestibles
Aceite de
oliva: se denomina aceite de oliva al
procedente únicamente 3 de frutos del olivo, con exclusión de los obtenidos con
disolventes, o por esterificación o por la mezcla de aceites de otra
naturaleza.
Aceite
de oliva virgen: procedente del fruto del olivo obtenido por procedimientos
mecánicos o físicos (especialmente térmicos) consistentes en lavado, molturación,
presión a 30 ºC o centrifugación a 65 ºC, y clarificación. El grado de
acidez será igual o inferior a 3º.
Aceite
de oliva refinado: Obtenido a partir del aceite de oliva virgen por
técnicas de refinado autorizadas, de forma que no provoquen alteración en la
estructura glicerídica inicial. El grado de acidez será igual o ínferior a
0,20.
Aceite
de oliva o puro de oliva: obtenido por la mezcla de aceite de oliva virgen
y de oliva refinado, ambos aptos para el consumo. El grado de acidez será igual
o inferior a V.
Aceite de orujo de aceituna refinado: no está considerado como aceite de oliva. Se obtiene a partir
del aceite crudo de orujo de aceituna sometido al tratamiento autorizado de
refinación, de forma que no altere la estructura glicerídica inicial. El grado
de acidez será igual o inferior a 0,3º.
Aceite crudo de orujo de aceituna: aceite obtenido por el tratamiento de los orujos de aceituna
con disolventes autorizados, con posterior eliminación de los mismos.
Aceites de semillas oleaginosas: son los obtenidos de semillas oleaginosas expresamente
autorizadas, sometidas a refinación completa y elaborada conforme a las
prácticas permitidas en la reglamentación correspondiente:
Aceite
refinado de soja: procedente de la semilla de la soja.
Aceite
refinado de cacahuete: procedente de la semilla del cacahuete.
Aceite
refinado de girasol: procedente de la semilla del girasol.
Aceite
refinado del germen de maíz: procedente del germen de la semilla de maíz.
Aceite
refinado de pepita de uva: procedente de la semilla de la vid.
Aceite
refinado de semillas: procedente de la mezcla de dos o más semillas oleaginosas
autorizadas, excepto la mezcla con el aceite refinado de soja.
Podrán
autorizarse, por los Ministerios competentes, otras semillas o frutos oleaginosos
de donde se extraiga el aceite, siempre que sus características le hagan apto
para el consumo humano.
Características mínimas de calidad
Estas
se fijan según:
Aspecto
limpio.
Color
y sabor propios, sin síntomas de rancio, alteración o contaminación.
Color
establecido para cada tipo de aceite (escala ABT).
Otros
parámetros: grado de acidez, humedad, contenido en materias
Volátiles,
contenido máximo de impurezas y grado de pureza. Los valores de estos
parámetros deberán ajustarse a lo establecido para cada tipo de aceite en la
reglamentación técnico‑sanitaria correspondiente.
Ausencia
de microorganismos patógenos y sus toxinas.
No
debe contener metales pesados por encima de los límites establecidos (máximos
permitidos: hierro 10 ppm; cobre 0,4 ppm; plomo 0,1 ppm; arsénico 0,1 ppm).
Defectos
Composición
inadecuada al no ajustarse a los valores establecidos en las características
mínimas de calidad.
Partículas
sólidas en suspensión.
Turbidez.
Residuos
de jabón en aceites refinados con álcalis.
Residuos
de compuestos clorados por restos de plaguicidas, disolventes de extracción,
etc.
Exceso
de acidez o humedad, o ambos, por mala neutralización y lavado.
Residuos
de azufre como componente de los solventes de extracción.
Presencia
de ceras, principalmente en el aceite de girasol, como consecuencia de un
refinado insuficiente.
Formación de depósitos blanquecinos
(precipitación de triglicéridos) por bajas temperaturas. Se eliminan al
llevarlos a temperaturas de 20 ºC, en 24 a 48 horas.
Color,
olor o sabor extraños:
Amargor:
en el aceite de oliva, por extracción del mismo de aceitunas verdes, con un
alto porcentaje de hojas y tallos.
Atrojado:
en aceites extraídos de aceitunas amontonadas con una cierta fermentación.
Avinado:
olor y sabor similares al vino o al vinagre en aceites obtenidos de aceitunas
no frescas por acción de levaduras o en aceites con materias en suspensión que
fermentan.
Borras
o turbios: en aceites recuperados de los Iodos o turbios, decantados en trojes
y depósitos.
A
grasa de máquina: en aceites de oliva obtenidos en una almazara cuya maquinaria
tiene restos de aceite mineral, grasa o incluso petróleo, por una deficiente
limpieza.
A
gusanos: en aceites extraídos de aceitunas con una gran cantidad de mohos por
almacenamiento inadecuado de éstas.
A
tierra: en aceites obtenidos a partir de aceitunas recolectadas con exceso de
tierra.
Decoloraciones
por acción de la luz.
Alteraciones
Enrancia
miento. Se ve favorecido por:
La
acción de la luz, el aire y la humedad (ranciedad oxidativa).
El
efecto catalítico de los metales pesados (ranciedad hidrolítica). La presencia
de mícroorganismos lipolíticos (ranciedad cetónica). Presencia de aflatoxinas.
Fraudes
La
extracción o refinación de los aceites anteriores por procedimientos distintos
a los autorizados.
La
realización de procesos de esterificación.
La
alteración de la estructura glicerídica del aceite.
El
tratamiento con sustancias oxidantes (oxígeno, ozono, etc).
La
utilización de disolventes no autorizados.
La
manipulación de los aceites fuera de las industrias registradas para este fin.
Están
expresamente prohibidas las siguientes mezclas:
La
mezcla de aceite de soja con otros aceites de semillas.
La
adición de aceites minerales, esterificados o de síntesis a los aceites de consumo
humano.
La
mezcla de aceite de oliva o de orujo con aceites de semillas, con otros aceites
o grasas.
La
utilización de cualquier aditivo no autorizado.
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